viernes, 3 de febrero de 2012

Imaginemos por un segundo que nos tragamos el orgullo, imaginemos que me callo todo lo que te soltaría en un guantazo, imaginemos que solo estamos tú y yo, y este sentimiento, sea cual sea, que nos está uniendo, aquí y ahora. No hace falta que le pongamos nombre, me parece absurdo llamarlo 'amor', o 'amistad', o un capricho, me da igual el nombre, no creo que merezca calificación ni etiqueta alguna, creo que no se puede expresar con palabras, los hechos consiguen expresarlo a la perfección. Así que, sigamos imaginando; imaginemos que se acaban las tonterías, las tuyas, las mías, los malos rollos, las peleas de hace un par de días quedaron atrás, y no existe nada más que pueda estorbar. Imaginemos que hablamos, y que, para variar, decimos las cosas claras, y no por ello te estoy pidiendo un 'te quiero', como ya he dicho, no es tan simple, te pido algo más, te pido que mirándome a la cara, me digas lo que sientes, lo que te salga del corazón, del cuerpo, del alma ¡o de las malditas entrañas! me da igual de donde te salga, solo quiero que lo que me digas sea cierto, sea auténtico, y sea por mí. Imaginemos que yo me quito mi coraza, que dejo en la mesilla de noche ese falso corazón de hielo, y por una vez, te digo sin avergonzarme lo que siento, raro ¿verdad? Ni siquiera yo misma reconozco mis sentimientos, así que escucharlos salir de mi boca para otra persona sería, en una situación normal, algo aterrador, pero ahora solo estamos imaginando...
Así que, imaginando en general, aquí estamos, tú y yo, en una especie de burbuja que nos aísla de todo y que nos permite, por una vez, ser sinceros entre nosotros y con nosotros mismos, con palabras que no son del todo claras, pero oye, nuestros sentimientos tampoco lo son, además ¿quién dijo que tenía que ser perfecto?.

1 comentario:

  1. Hola Andrea me encanta tu blog, no te podía comentar antes porque andaba medio mal el blog, me gusta como escribís! tu blog es hermoso.
    Te sigo, besotes :)

    ResponderEliminar