miércoles, 10 de agosto de 2011


Bajo toda la capa de maquillaje, las sonrisas forzadas, y las muecas de alegría, todos tenemos pensamientos que nos atormentan, cosas que queremos ocultar, imperfecciones que queremos perfeccionar... Hasta la persona que menos te esperas tiene complejos e inseguridades, lo que ocurre es que cada uno lo esconde a su manera, y aunque alguien parezca la persona más segura del mundo, nunca hay que creérselo, todos tenemos complejos y miedos, y bien aunque algunos parezcan más seguros o felices que otros, hay que recordar que es un caparazón, y que bajo toda esa gran capa de superficialidad, hay una pequeña persona, deseando que la abracen y le aparten los miedos de un manotazo. Porque el miedo no tendría sentido si no conociéramos el éxtasis de felicidad, la alegría.. y todas esas cosas que hacen que el miedo, los complejos y las pesadillas carezcan de significado. Por eso, no te ciegues con tus problemas, no te martirices, no te acomplejes más de la cuenta, porque somos personas y todos vamos en el mismo saco. Lo importante es aprender a quererte y valorarte, hasta darte cuenta de que esos complejos apenas tienen sentido y aprendas a reírte de ellos.

viernes, 5 de agosto de 2011

Mi favorita, sin duda

Siempre que me siento pesimista por cómo está el mundo, pienso en la puerta de llegadas del aeropuerto de Heathrow. La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoísmo, pero yo no lo entiendo así. A mí me parece que el amor está en todas partes. A menudo no es especialmente decoroso ni tiene interés periodístico pero siempre está ahí. Padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos... Cuando los aviones se estrellaron contra las torres gemelas, que yo sepa, ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo fue de odio y venganza. Todas fueron mensajes de amor. Si lo buscarais, tengo la extraña sensación de que descubriríais que el amor, en realidad, está en todas partes.

miércoles, 3 de agosto de 2011


-Yo estaba allí, estuve ahí cuando me necesitaste, estuve ahí porque sabía que tenía que estarlo, y porque quería estarlo. Pero ahora...
+No quieres estar conmigo.
-No es eso.
+Entonces, ¿qué es? Porque yo no entiendo nada...
-Ese es el problema, que tú nunca entiendes. Siempre soy yo, ¿sabes? Siempre tengo que ir explicándotelo todo, contándote como va ésto, y estoy cansada. ¿Crees que acaso los demás chicos tienen un manual de instrucciones sobre como tratar a sus novias? Pues no, cariño. No lo tienen. Cada uno debe averiguarselas por su cuenta, investigar y profundizar solos. Pero tú.. no, tú nunca has hecho eso, y no te veo con intenciones de hacerlo ahora, o ¿me equivoco?
+Tal vez, yo no sabía..
-Claro que no sabías. Tú nunca sabías nada pero, aún así, dabas demasiadas cosas por hecho, por ejemplo que yo siempre estaría aquí para ti ¿verdad?
+Yo nunca he dicho eso.
-Pero tampoco has dicho lo contrario y, lo que acabo de decir, lo has insinuado varias veces. Hablando sobre el futuro, planes...
+¡Sólo hablaba de ser feliz contigo!
-Sí, ¡¡pero en un futuro!! Y yo no quiero eso, yo quería ser feliz contigo en un presente, porque el futuro no es más que la larga continuación del presente.
+De acuerdo, pues lo seremos, quiero decir, que vamos a ser felices, ya.
-No, así no, no es tan sencillo.
+¿Por qué..? Yo te quiero.
-Lo sé, pero no puedo estar explicándote constantemente todo, y sé que la próxima vez que ocurra algo parecido, tendremos que volver al mismo punto del que hemos salido ahora y, lo siento pero, el amor a veces, no es suficiente.