miércoles, 3 de agosto de 2011


-Yo estaba allí, estuve ahí cuando me necesitaste, estuve ahí porque sabía que tenía que estarlo, y porque quería estarlo. Pero ahora...
+No quieres estar conmigo.
-No es eso.
+Entonces, ¿qué es? Porque yo no entiendo nada...
-Ese es el problema, que tú nunca entiendes. Siempre soy yo, ¿sabes? Siempre tengo que ir explicándotelo todo, contándote como va ésto, y estoy cansada. ¿Crees que acaso los demás chicos tienen un manual de instrucciones sobre como tratar a sus novias? Pues no, cariño. No lo tienen. Cada uno debe averiguarselas por su cuenta, investigar y profundizar solos. Pero tú.. no, tú nunca has hecho eso, y no te veo con intenciones de hacerlo ahora, o ¿me equivoco?
+Tal vez, yo no sabía..
-Claro que no sabías. Tú nunca sabías nada pero, aún así, dabas demasiadas cosas por hecho, por ejemplo que yo siempre estaría aquí para ti ¿verdad?
+Yo nunca he dicho eso.
-Pero tampoco has dicho lo contrario y, lo que acabo de decir, lo has insinuado varias veces. Hablando sobre el futuro, planes...
+¡Sólo hablaba de ser feliz contigo!
-Sí, ¡¡pero en un futuro!! Y yo no quiero eso, yo quería ser feliz contigo en un presente, porque el futuro no es más que la larga continuación del presente.
+De acuerdo, pues lo seremos, quiero decir, que vamos a ser felices, ya.
-No, así no, no es tan sencillo.
+¿Por qué..? Yo te quiero.
-Lo sé, pero no puedo estar explicándote constantemente todo, y sé que la próxima vez que ocurra algo parecido, tendremos que volver al mismo punto del que hemos salido ahora y, lo siento pero, el amor a veces, no es suficiente.

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