Nunca he sido una persona dura, aunque siempre he querido serlo, o al menos parecerlo, y creo que por fin lo he conseguido, pero os diré algo, no sirve para una mierda. Suelen decirme que soy como una roca, impenetrable, fría, de mente opaca... y puede que sí, que en un principio lo sea, y que tenga esa maldita coraza con carga eléctrica que me da calambres cada vez que alguien penetra en mis sentimientos más de la cuenta o cuando alguien intenta acercarse (emocionalmente) a mi... el problema viene cuando yo lo permito, permito a esa persona que se acerque y me quedo al descubierto sin coraza, entonces no soy nada. Entonces soy más frágil que una botella en el precipicio de una mesa, soy altamente sensible y estoy cargada de altibajos y cambios emocionales. Cuando has conseguido traspasar esa coraza, puedes hacerme sentir como Dios o como una mierda en menos que canta un gallo, y yo soy incapaz de controlarlo. Es en ese momento, cuando mi corazón está desprotegido y lo tengo abierto en la mano, cuando más fácilmente puedes apuñalarlo, aunque aun no lo ha hecho nadie, pero si que se ha llevado más de un golpe y un pisotón, y sigue latiendo, pero está dañado y puede que algún día llegue alguien que sea capaz de arreglarlo, pero también sé que esa persona también tendrá el poder de romperlo por completo, y eso estropea un poco las cosas.
De todas formas, supongo que es lo que toca, es ley de vida, y creo que prefiero ser una estúpida cargada de sentimientos, a una zorra que ni siquiera sabe todo lo que abarca esa palabra.
martes, 28 de febrero de 2012
sábado, 11 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
Imaginemos por un segundo que nos tragamos el orgullo, imaginemos que me callo todo lo que te soltaría en un guantazo, imaginemos que solo estamos tú y yo, y este sentimiento, sea cual sea, que nos está uniendo, aquí y ahora. No hace falta que le pongamos nombre, me parece absurdo llamarlo 'amor', o 'amistad', o un capricho, me da igual el nombre, no creo que merezca calificación ni etiqueta alguna, creo que no se puede expresar con palabras, los hechos consiguen expresarlo a la perfección. Así que, sigamos imaginando; imaginemos que se acaban las tonterías, las tuyas, las mías, los malos rollos, las peleas de hace un par de días quedaron atrás, y no existe nada más que pueda estorbar. Imaginemos que hablamos, y que, para variar, decimos las cosas claras, y no por ello te estoy pidiendo un 'te quiero', como ya he dicho, no es tan simple, te pido algo más, te pido que mirándome a la cara, me digas lo que sientes, lo que te salga del corazón, del cuerpo, del alma ¡o de las malditas entrañas! me da igual de donde te salga, solo quiero que lo que me digas sea cierto, sea auténtico, y sea por mí. Imaginemos que yo me quito mi coraza, que dejo en la mesilla de noche ese falso corazón de hielo, y por una vez, te digo sin avergonzarme lo que siento, raro ¿verdad? Ni siquiera yo misma reconozco mis sentimientos, así que escucharlos salir de mi boca para otra persona sería, en una situación normal, algo aterrador, pero ahora solo estamos imaginando...
Así que, imaginando en general, aquí estamos, tú y yo, en una especie de burbuja que nos aísla de todo y que nos permite, por una vez, ser sinceros entre nosotros y con nosotros mismos, con palabras que no son del todo claras, pero oye, nuestros sentimientos tampoco lo son, además ¿quién dijo que tenía que ser perfecto?.
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