jueves, 5 de enero de 2012

Solo uno.

Un perro no sabría que hacer con un coche de lujo, o una casa, o con ropa de diseño, se conforma con un palo empapado. A un perro no le importa si eres rico o pobre, listo o bobo, inteligente o tonto; si le entregas tu corazón, te entregará el suyo.
 ¿De cuánta gente podrías decir eso? ¿Cuánta gente podría hacerte sentir excepcional, puro y especial?
 ¿Cuánta gente puede hacerte sentir extraordinario?

2 comentarios: