domingo, 22 de enero de 2012

No me gusta contar mis problemas, en primer lugar, porque sé que si los cuento éstos no se van a solucionar, y segundo, porque, normalmente, cuando cuentas tus problemas, la gente a la que se los cuentas te suele dar su opinión y, sinceramente, me importan una mierda. Si yo cuento mis problemas es para desahogarme, y no para que nadie venga diciéndome cosas tales como 'ah, pues yo en tu lugar haría...', lo que me parece totalmente absurdo, tú no estás en mi lugar ni lo has estado, así que ahórrate tus hipótesis. Que la gente me diga lo que ellos harían me pone de muy mal humor, lo que también es absurdo, ya que normalmente lo hacen/dicen para ayudarme, pero la cuestión es que yo no he pedido ayuda, solo he pedido que me escuchen, igual que yo los escucho a ellos. Por eso no suelo contar mis problemas, a no ser que sean memeces o rayadas que me duran a lo sumo un par de horas, pero mis problemas serios, aquellos por los que pierdo el sueño, no los suelo compartir con nadie; en cualquier caso, digo de qué se trata, pero no profundizo en el tema, a veces incluso por la vergüenza que me da tener que hablar sobre ello, y otras por lo que he dicho anteriormente, porque la opinión de los demás no me importa, y porque, que una persona que en mi situación podría estar tan o incluso más perdida que yo, me diga 'pues yo en tu lugar haría...' me toca los cojones.

2 comentarios:

  1. Me encantan todas tus entradas, no sé de donde eres ni nada, pero me dio por escribir "imposible is nothing" y apareció tal maravilla de blog. Sigue así por favor, me siento muy identificada contigo:D

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  2. Sabes que es lo peor? Que la mayoría de la gente que te dice: 'yo haría eso' si estuviera en tu situación seria incapaz. Estoy en el mismo caso que tú, mucho 'yo haría eso, yo haría lo otro' pero a la hora de la verdad, pocos tienen el coraje de hacer lo que prometieron.

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