viernes, 11 de febrero de 2011

Cartas

Creo que las mejores cosas vienen cuando menos te lo esperas, y tú llegaste de la forma más inesperada. Nunca te pedí que vinieras y sin embargo llegaste cuando más lo necesitaba, y empezaste a convertir mis días malos en días buenos. Me enseñaste a ver las cosas de otro modo y a sonreír por las cosas más insignificantes de la vida, pero ahora por quien más sonrío es por ti. Porque hay momentos en los que te das cuenta de lo afortunado que eres o puedes llegar a ser, y contigo me siento así siempre, porque no hace falta que hagas nada especial o me compres regalos, simplemente con el hecho de estar a mi lado ya me demuestras más de lo que imaginas. Y te quiero porque sé que no te enfadarás si no me entiendes o ni me entiendo yo misma. Te quiero porque sé que cuando me veas celosa, tú me sonreirás, me guiñarás un ojo, y me rodearás con tus brazos. Te quiero porque, a pesar de todas las personas que pasan por nuestras vidas, solo tú has dejado algo muy especial en mí, pero sobre todo, te quiero porque sé que no tengo que perderte para darme cuenta de lo que he encontrado.

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