Aquel día había sido muy desconcertante, y recuerdo haber pensado que él tenía razón:
vivir de aquella forma, sin pensar, encontrar la aventura a una corta distancia, no hacerse preguntas, aprovechar el día a día, las pequeñas cosas que aparecen, las que llegan por casualidad o las que se provocan... al final y al cabo, no era tan complicado.
¡Lo complicado lo hacemos nosotros!
ése es el espíritu :D
ResponderEliminarte sigo, me está gustando tu blog! :)
Cierto, muy cierto!
ResponderEliminarAagg estoy totalmente de acuerdo ! Nosotros somos los que complicamos las cosas..
ResponderEliminarHola guapa!
ResponderEliminarhe caido por aqui por tu flickr que me ha traido aqui y yo me he dejado caer, te sigo =)