viernes, 12 de febrero de 2010

La perfección no es solo un estado


La perfección, y la felicidad por consiguiente, son estados momentáneos. Las cosas son perfectas un solo instante, y la felicidad que provocan es sólo un eco de ese pequeño momento. Vivimos persiguiendo esa réplica, creyéndola la fuente de la juventud para nuestros sentimientos. Las cosas son perfectas muchas veces para nuestra desgracia. Que algo pese profundo, y no nos deje sonreír suele ser perfecto. La felicidad de crecer y mejorar casi nunca es una felicidad alegre.
Quién asegura que las sonrisas de las fotos midan la felicidad de la gente? ¿Quién dijo que para ser feliz hay que sentirse bien?

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